Cuando uno va de visita a Washington hay algunos musts que no pueden faltar: asomarse a la Casa Blanca y tomarse una foto enfrente; visitar el Congreso y todos los monumentos para sentirse como en House of Cards; conocer el Museo Nacional del Aire y el Espacio, y comer en alguno de los restaurantes del famoso chef José Andrés.

Además, hay que guardar un rato para conocer los jardines de la ciudad. Primero, visita el Arboretum Nacional de Estados Unidos, una especie de jardín botánico donde básicamente hay árboles de todos los tamaños, colores y formas imaginables. No te pierdas las columnas originales del Capitolio, que justamente están aquí y forman una hermosa escultura.

Segundo, hay que aprovechar un día de sol para organizar un pícnic en el National Mall. Al fondo está el Congreso, y justo enfrente, el famoso obelisco. Para recorrer todo el mall sin terminar agotado, una buena idea es rentar una bici, darle toda la vuelta y luego sentarse a disfrutar un buen almuerzo.

Tercero, arma una caminata por el Tidal Basin y el río Potomac (o si eres de los que madrugan, aprovecha para salir a correr por aquí y verás muchísimos locales que hacen lo mismo). El lago está rodeado de monumentos: empieza por el Jefferson Memorial, sigue por el de Roosevelt hasta llegar al de Martin Luther King, Jr. Cruza hasta el Memorial Nacional a la Segunda Guerra Mundial y desde ahí podrás llegar hasta el Monumento a Lincoln.