El Chepe: 600 espectaculares kilómetros en tren

Pocas emociones se comparan con encontrarse de frente con el infinito. Lo más importante es que, para tener esta revelación, no se necesita siquiera salir de México. Basta con tomar un tren: el Chepe, que va desde la ciudad de Chihuahua hasta Los Mochis (y viceversa) y ofrece en su camino los paisajes más espectaculares, los cuales se extienden en el horizonte, desplegando todos los colores y las formas de la naturaleza. La verdad es que, sin importar la época del año, siempre resulta asombroso.

El trayecto —que es como un viaje en el tiempo— vale la pena por sí mismo. Subirse a un ferrocarril, recorrer 653 kilómetros por las Barrancas del Cobre, ir al vagón comedor o dejarse hipnotizar por los rieles que se pierden en el paisaje.

Además, el Chepe es una de las obras de ingeniería más asombrosas del país, por lo que también representa una oportunidad para ver impresionantes puentes y túneles que desafían el poder y la vastedad de la naturaleza.

“Hay mucho más por ver en este recorrido, por lo que conviene viajar sin prisa y bajar a capricho en diferentes estaciones.”

Hay mucho más por ver en este recorrido, por lo que conviene viajar sin prisa y bajar a capricho en diferentes estaciones. Creel, por ejemplo, es un pueblo boscoso y con olor a madera, donde se puede hacer kayak en el lago de Arareko, acercarse a la vida rarámuri y comer muy bien. En Cuauhtémoc se puede conocer la cultura menonita, probar los mejores quesos y comprar artesanías únicas.

Divisadero, sin embargo, es la parada obligatoria durante el trayecto de El Chepe. Aquí se ubica un mirador desde el que se obtiene la vista panorámica más extraordinaria, con montañas, cuerpos de agua y vegetación en abundancia. Además de opciones para comer y hospedarse, encontrarás un teleférico que atraviesa el vacío. Para los aventureros, hay una tirolesa de 1,113 metros de largo, suspendida a 480 metros sobre la barranca.