Vive el equinoccio en las zonas arqueológicas de México

Aventura 10 marzo, 2022

En algunos lugares de México los árboles ya comienzan a llenarse de flores y eso sólo significa una cosa: primavera. La llegada de una de las épocas más coloridas del año es de celebrarse, por eso te decimos cuáles son las zonas arqueológicas más interesantes para disfrutar del equinoccio.

Equinoccio viene del latín aequus nocte, que quiere decir “noche igual”. Su nombre hace referencia a lo que sucede el 20 o el 21 de marzo –según el año–: el sol sale exactamente por el este y se oculta por el oeste, dando como resultado un día y una noche iguales en duración. Además, marca el final del invierno. 

En México se ha popularizado la costumbre de celebrar la llegada de la primavera en alguna zona arqueológica, debido a que en ciertas construcciones el paso del sol marca sombras de un supuesto valor simbólico. Aunque algunos arqueólogos afirman que “no hay evidencias contundentes de que los edificios mesoamericanos fueran orientados hacia las posiciones del Sol en los equinoccios astronómicos”, la experiencia de observar el juego de luces y sombras sobre los edificios resulta igualmente hermosa.

El descenso de Kukulkán en Chichén Itzá, Yucatán

Para las culturas indígenas de México, el equinoccio siempre ha sido un momento especial, sobre todo porque coincide con la preparación de los campos para la siembra en espera de las lluvias. 

En lugares como Chichén Itzá, en Yucatán, los mayas construyeron una pirámide en honor a Kukulkán, el dios conocido en otras culturas como Quetzacóatl. En este edificio tiene lugar una de las experiencias más especiales del equinoccio. Un efecto de luz genera sombras triangulares y se ve como si una serpiente bajara por la escalinata norte de la construcción, que termina en una cabeza colosal también de serpiente. Se dice que este fenómeno, que sucede al atardecer, significa el descenso de Kukulkán para fertilizar la tierra y ayudar a que haya un buen año agrícola.

Para asistir, lo mejor es hacer una reserva anticipada en línea o pedir información en los hoteles de la región. Y si no alcanzas sitio el día 20, no te desanimes, este año también podrá verse los días 19, 21 y 22 de marzo. Llegar al sitio no es complicado, basta con volar a Mérida o Cancún y buscar servicios privados de transportación a la zona.

Templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún, Yucatán

Otra opción en Yucatán, a tan sólo 17 kilómetros de Mérida, es visitar Dzibilchaltún, que quiere decir “lugar donde hay escritura en las piedras”. En este sitio arqueológico maya está el Templo de las Siete Muñecas, también llamado Templo del Sol. Durante el amanecer, los rayos solares atraviesan exactamente por la puerta de la construcción cuadrangular. Esto sucede durante el equinoccio de primavera, en marzo, y durante el equinoccio de otoño, en septiembre. El día del equinoccio se permite la entrada desde las 5:00 horas y te recomendamos llevar repelente contra mosquitos.

Zona arqueológica de Tulum, Riviera Maya

Esta es una de las ciudades antiguas más mágicas por estar al lado del Caribe. No hay un fenómeno especial en sus estructuras, pero es común la visita de personas para el equinoccio. Al fin y al cabo, todos estos lugares fueron creados para ser centros ceremoniales. Tulum es pequeña y desde hace unos años está prohibido internarse en sus construcciones, pero es un lugar sin igual. Hay que tomar en cuenta que el aforo es limitado, por lo que es necesario llegar temprano.

Monte Albán, Oaxaca

Otra de las ciudades antiguas más lindas y mejor conservadas de México es Monte Albán, a 20 minutos de camino de la ciudad de Oaxaca. Tiene un observatorio astronómico en el centro de la plaza principal, y aunque no verás un rayo de luz fulminante en ningún sitio, sí podrás ver los impresionantes valles centrales de Oaxaca. Así que es una gran opción para iniciar con el pie derecho una estación. 

La experiencia de observar el juego de luces y sombras sobre los edificios prehispánicos al inicio de la primavera resulta hermosa.

Teotihuacán, Estado de México

Finalmente, si estás en el centro del país, en los últimos años se ha hecho popular vivir el equinoccio en la Pirámide del Sol de Teotihuacán, en el Estado de México. Este sitio arqueológico perteneció a la cultura teotihuacana y es común que muchas personas se reúnan ahí para recibir al sol. La costumbre es ir vestido de blanco con alguna prenda roja y alzar los brazos hacia el cielo para llenarse de energía. Esta tradición no es prehispánica, pero es una buena oportunidad para agradecer por un año más en uno de los recintos más espectaculares del mundo. En su lugar, te recomendamos acudir al edificio llamado El Castillo, donde las alfardas proyectan un interesante juego de sombras sobre los muros. Teotihuacán está a una hora de la Ciudad de México y es fácil llegar en autobuses turísticos o en transporte privado.

Ya sea que decidas ir a Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Tulum, Monte Albán o Teotihuacán, no olvides llevar sombrero o gorra, ropa fresca y bloqueador solar.

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