Guía básica San Petersburgo

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Guía básica San Petersburgo

Cultura 22 octubre, 2020

La gran urbe cultural de Rusia, a las orillas del mar Báltico, sigue sorprendiendo a los viajeros con sus palacios y plazas que recuerdan un pasado muy brillante.

Aunque dejó de ser capital en 1918, cuando se trasladó a Moscú, San Petersburgo (que también ha llevado los nombres de Petrogrado y Leningrado) nunca ha perdido su esplendor, un regalo del zar Pedro el Grande.

Sus edificios y plazas dejan muy claro que Rusia tiene otro nivel. Empezando por el Museo del Hermitage, uno de los más grandes y fastuosos del mundo. Ni el Louvre, ni el Prado y mucho menos la National Gallery pueden competirle a este magnífico edificio a las orillas del río Nevá. En su interior se guardan las colecciones de arte de los zares rusos. Las piezas abarcan desde arte antiguo hasta piezas modernas, como cuadros de Van Gogh y Gauguin. El complejo completo incluye el edificio original y también el Palacio de Invierno, el que fuera hogar de Catalina la Grande y de todos los zares hasta 1917.

Palacio de Catalina

De entre todos los palacios, posiblemente el más exagerado sea el Palacio de Catalina, la residencia de verano. De estilo rococó, se construyó para que Catalina I tuviera un espacio para distraerse, y sin duda no escatimaron en la construcción, que es hiperbólica en todos los sentidos, desde los colores hasta los materiales.

La típica postal está en la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada (ése es el nombre completo), que tiene sus clásicas cúpulas estilo ruso, chapadas en cobre y esmalte, algo que define el estilo arquitectónico local y que sorprende a los viajeros por la explosión de color. Al caminar por la Plaza del Palacio y recorrer los bordes del río, uno imagina cómo sería esta ciudad hace 200 años si lo que queda hoy es así de espectacular.

Para dormir y comer, como era de esperarse después de repasar su historia, San Petersburgo es también exagerado. El Four Seasons Hotel Lion Palace St. Petersburg es un hotel histórico donde utilizar el término opulento no es excesivo. Para cenar, hay que reservar en Duo Gastrobar, para acercarse a una interpretación moderna de la cocina rusa, a cargo de Dmitry Blinov y Renat Malikov.

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