Suiza, una ruta como de cuento

Destinos 25 junio, 2021

Un recorrido que parece salido de una película o de un cuento: con lagos, bosques y casitas con techos de dos aguas que se pierden entre las montañas.

Si sueñas con una aventura en las montañas, este recorrido por los Alpes suizos no va a decepcionarte. El punto de partida puede ser Berna, que está muy bien conectada por aire o por tierra con el resto de Europa. Una vez aquí te recomendamos conseguir un coche y hacer el resto del recorrido a tu propio ritmo, disfrutando los paisajes y las supercarreteras que conectan a este pequeño país.

La primera parada será Thun, un pueblo que lleva el mismo nombre del lago junto al que se encuentra. Con apenas 30 minutos de carretera, el paisaje de la ciudad cambiará totalmente: aquí hay un casco medieval, un hermoso castillo y un lago rodeado de espectaculares montañas. Dependiendo la época del año, podría o no haber nieve. Más allá de los gustos de cada quien, cada temporada tiene su encanto. Durante el verano el paisaje se torna de un verde imposible mientras que durante el invierno el blanco adorna la accidentada geografía. Toda la zona alrededor del lago se conoce como Oberland bernés y hay cientos de actividades al aire libre para los que disfrutan de ellas.

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El lago de Thun tiene 17 kilómetros de largo. Originalmente estaba conectado con el lago de Brienz. Hoy, en cambio, entre ambos hay una porción de tierra donde se encuentra el correctamente llamado pueblo de Interlaken. Éste es un destino turístico que desde hace mucho se centra en los deportes de aventura y la naturaleza. Una red de 200 kilómetros de pistas, conectadas por cables, teleféricos y trenes hace que esta ciudad sea el punto ideal para explorar tres montañas: Eiger, Mönch y Jungfrau. De hecho, durante el invierno, las imágenes del tren cruzando las montañas nevadas son sencillamente espectaculares.

Del otro lado del lago Brienz, y subiendo ligeramente al norte, la tercera y última parada es Giswil. Durante el invierno, ésta es una gran opción para los que viajan con niños que están aprendiendo a esquiar, pues la estación de Mörlialp tiene un área específicamente diseñada para los más pequeños. Durante el verano, en cambio, hay que aprovechar la gran cantidad de senderos y caminos (todos perfectamente bien señalados y cuidados) desde donde se puede disfrutar de espectaculares vistas. Sin duda, lo más cercano a vivir dentro de una historia de Heidi.


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