No es una combinación que uno se hubiera imaginado: hotel japonés en Tlaxcala, pero, sin duda, es un concepto muy interesante para descansar. En honor a Nezahualcóyotl –considerado el mejor arquitecto de sus tiempos–, el diseñador Fausto Terán se inspiró en el minimalismo y el buen gusto que distinguen a la cultura nipona para crear un hotel no sólo bello sino respetuoso. Todo fue construido con materiales locales y emplearon a habitantes de la zona para su edificación. La laguna de Atlangatepec, las montañas y especies endémicas —como conejos, caballos, patos y coyotes— completan este horizonte, mientras el interior está perfectamente cuidado, también en su mayoría, por miembros de la comunidad que fungen como camaristas, mayordomos y cocineros. El espacio cuenta con un jacuzzi que permite desconectarse del mundo moderno y por instantes olvidarse de la existencia del ruido y la tecnología. Es importante tomar en cuenta que no se permiten niños.

El recinto cuenta con sólo cuatro habitaciones, para reservar una de ellas es necesario hacerlo a través de Airbnb. No lo pienses y viaja a Tlaxcala para conocer este increíble hotel.