Comprar o no comprar un asiento

Viajar con un menor de dos años tiene una gran ventaja: no es necesario pagar el asiento. Esto abre la posibilidad de hacer viajes con tus hijos que más adelante tal vez no estén en tu presupuesto. Considera nada más que, dependiendo de la duración del vuelo, puede ser pesado no tener un asiento para el bebé. Vale la pena pensarlo, y dependiendo de la política de cada aerolínea, reservar o conseguir el asiento de la mampara pagando extra o adquiriendo un upgrade.

Planifica y lleva menos

Si ya de por sí es difícil empacar para uno mismo, para dos o más puede resultar complicadísimo. La clave es hacer una buena lista y considerar los días, el clima y lo que realmente se necesita. Verás que así empacas mucho menos.

Botiquín preparado

Tómate un momento para preparar un botiquín con todos los medicamentos necesarios, pues muchas veces puede ser un reto conseguirlos en otro lado.

Lleva la carriola hasta la puerta de embarque

Ni se te ocurra documentar la carriola. Aprovecha que todas las aerolíneas comerciales te permiten llevarla hasta la sala de espera y usarla hasta antes de subir al avión. Generalmente se dejan en la manga y desde ahí son llevadas por personal a la bodega.

Papeles en regla

Los menores de edad también necesitan pasaporte. Puedes hacer el trámite aquí. También recuerda que, en el caso de viajes internacionales, cuando no viaja alguno de los padres, es posible que lleguen a pedirte una carta de autorización del padre ausente. Tómalo en consideración.