Zonas arqueológicas en México que debes visitar al menos una vez en la vida

Aventura 9 marzo, 2022

El equinoccio de primavera es una gran oportunidad para conocer algunas de las zonas arqueológicas de la República Mexicana. Muchos de estos increíbles lugares cobran vida con el sol de marzo y son una ventana a la rica y compleja historia del país.

Más que simples piedras, las zonas arqueológicas representan el valioso legado del mundo prehispánico. Cual detectives, los antropólogos se han encargado de desenterrarlas. Su objetivo: reconstruir y entender el pasado. En México hay 193 abiertas al público. ¿Cuáles conoces? Aquí un viaje por 10 de las más impresionantes.

Por: Enrique Márquez

1. CHICHÉN ITZÁ, YUCATÁN

Florecimiento: 900 a 1200 d. C.

Horario: lunes a domingo de 8:00 a 17:00 horas

Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y Maravilla del Mundo. Su nombre en maya significa “boca del pozo de los itzaes”. Hace alusión tanto a sus fundadores —los itzaes—, como al cenote sagrado, considerado como una puerta de entrada al inframundo. 

Imperdible: presenciar el espectáculo de video mapping “Noches de Kukulkán”. Se recrea el juego de luces y sombras que cada equinoccio ocurre en la escalinata de la pirámide conocida como El Castillo.

2. TULUM, QUINTANA ROO

Florecimiento: 1200 a 1550 d. C.

Horario: lunes a domingo de 9:00 a 15:00 horas

Una postal onírica espera al visitante: vestigios de una ciudad amurallada frente al mar Caribe. Fue un importante puerto y centro religioso. Parte de su atractivo reside en el excelente estado de conservación de sus edificaciones. 

Imperdible: admirar el Templo de los Frescos, maravíllate con la pintura maya prehispánica que retrata a seres del inframundo.

3. TEOTIHUACÁN, ESTADO DE MÉXICO

Florecimiento: 200 a 550 d. C.

Horario: lunes a domingo de 9:00 a 15:00 horas

Fue una de las urbes del mundo antiguo más grandes, multiétnicas y bien planificadas. Llegó a tener 20 kilómetros cuadrados de extensión y más de 100 mil habitantes. Los basamentos piramidales como los del Sol y la Luna o el Templo de Quetzalcóatl emulan las montañas circundantes y atestiguan su grandeza. 

Imperdible: contemplar el lugar donde fueron creados los dioses (según el significado en náhuatl de su nombre) desde las alturas, con los paseos en globos aerostáticos.

4. COBÁ, QUINTANA ROO

Florecimiento: 300 a 900 d. C.

Horario: cerrado por obras de mantenimiento

Antes de ser desbancada por Chichén Itzá, Cobá era la ciudad maya más importante del norte de Yucatán. Sus primeros asentamientos se remontan al año 100 a. C. Destaca su ubicación entre cinco lagos —que permitieron su subsistencia y desarrollo— y la extensa red de caminos, conocidos como sacbés. El más largo tuvo 100 kilómetros de extensión.

Imperdible: admirar las estelas y la pirámide de Nohoch Mul; sus 42 metros la hacen imponente.

5. PALENQUE, CHIAPAS

Florecimiento: 250 a 900 d. C.

Horario: lunes a domingo de 8:30 a 17:00 horas

Capital de una poderosa dinastía maya que dominó del norte de Chiapas al sur de Tabasco. Su comparación con Egipto es inevitable debido a que, en general, las pirámides mesoamericanas no fungían como tumbas de sus gobernantes, pero Palenque es la excepción. Su Templo de las Inscripciones fue concebido para sepultar los restos del rey Pakal. 

Imperdible: visitar el Museo de Sitio Alberto Ruz L’Huiller para contemplar la réplica de la cámara funeraria y el sarcófago de Pakal.

Todos los domingos la entrada a las zonas arqueológicas es gratuita para visitantes nacionales y extranjeros residentes en México.

6. MONTE ALBÁN, OAXACA

Florecimiento: 600 a 900 d. C.

Horario: lunes a domingo de 10:00 a 16:00 horas

No sólo fue la ciudad mesoamericana más longeva, sino también la de fundación más antigua (hace 2,500 años). Ejerció el dominio, por al menos 13 siglos, de los pueblos que hoy ocupan el territorio de Oaxaca. Sus 11 palacios y templos reflejan influencias de las culturas olmeca, teotihuacana, zapoteca y mixteca. 

Imperdible: el Museo de Sitio resguarda piezas originales que dan pistas de su poder. Sobresale la colección de estelas grabadas que muestran el desarrollo de su sistema de escritura.

7. UXMAL, YUCATÁN

Florecimiento: 600 a 700 d. C.

Horario: lunes a domingo de 8:00 a 17:00 horas

Fue la ciudad más importante de la región Puuc, impulsora de un estilo arquitectónico inconfundible. Construcciones de varios pisos, con escalinatas interrumpidas por bóvedas o semibóvedas y ornamentadas con mascarones de Chaac, dios de la lluvia. Sus edificios son de los más bellos del área maya, como la Casa del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas y el Palacio del Gobernador. 

Imperdible: gracias al espectáculo de luz y sonido, es posible darte una idea de su aspecto original.

8. EK BALAM, YUCATÁN

Florecimiento: 600 al 900 d. C.

Horario: lunes a domingo de 8:00 a 17:00 horas

La acrópolis del “jaguar oscuro” o “estrella-jaguar”, por su significado en maya, fue una importante capital durante el periodo Clásico. Desconocida hasta hace poco, resguarda majestuosas construcciones. Las principales están rodeadas por murallas. 

Imperdible: al constituirse como una notable escuela de escribas, encontrarás numerosas inscripciones labradas y textos pintados. El mural de los 96 Glifos y los de la Tapa de Bóveda 10 son verdaderas obras maestras de caligrafía.

9. CHOLULA, PUEBLA

Florecimiento: 200 a 800 d. C.

Horario: martes a sábado de 10:00 a 17:30 horas

Es hogar de la Gran Pirámide de Cholula, dedicada a Tláloc. A simple vista, pasaría por un montículo natural coronado con un santuario dedicado a la Virgen de los Remedios. No obstante, se trata del basamento piramidal más grande de Mesoamérica. Tiene 450 metros por lado y 60 metros de altura. 

Imperdible: el Museo de Sitio posee una maqueta que te dará una mejor perspectiva de la pirámide, así como una réplica del Mural de los Bebedores de Cholula.

10. MAYAPÁN, QUINTANA ROO

Florecimiento: 1250 a 1450 d. C.

Horario: lunes a domingo de 8:00 a 17:00 horas

Ciudad amurallada considerada como la última gran capital de la cultura maya. Es conocida como la pequeña Chichén Itzá. Posee una réplica de El Castillo, pero de menor tamaño. La evidencia señala que estuvo habitada desde el 300 a. C. Abarca cuatro kilómetros cuadrados en los que se han encontrado cerca de 4,000 estructuras. 

Imperdible: muy cerca se encuentra la Hacienda Sotuta de Peón, la única que aún produce henequén y ofrece experiencias gastronómicas.

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