Los viajes por carretera son inspiradores. Jack Kerouac, con su clásica novela En el camino, no podría estar más de acuerdo. Permiten viajar en la intimidad y sin prisa. Es imposible resistirse a la total libertad en un auto. Cualquier capricho es un pretexto, una delicia inesperada, un hermoso paisaje… Prepara tu playlist favorita y enciende los motores.

Ruta de la plata, Zacatecas y Aguascalientes

Por qué realizarla: A la par del desarrollo de las actividades económicas, diversos caminos se han trazado. Durante la época colonial se crearon rutas que conectaban a las minas de oro y plata del interior de la Nueva España con algún puerto. Rastrea su huella por ciudades coloniales y admira la arquitectura que emergió de la riqueza minera. 

La ruta: El punto de partida será Fresnillo, hoy famosa por tener la mina con mayor producción de plata del mundo. Conoce su historia en el Museo de Minería Napoleón Gómez Sada y pasea por la Plaza del Obelisco. Sigue hacia la ciudad de Zacatecas, debes conocer el Museo Pedro Coronel. Además de las obras del artista zacatecano, encontrarás piezas de Kandinsky, Picasso, Goya, Miró y Dalí. Bajar en teléferico desde el Cerro de la Bufa es otro imperdible. Continúa el trayecto hacia los Pueblos Mágicos. En Guadalupe, degusta postres hechos de frutos del desierto. En Real de Asientos, visita sus minas y museos. Termina en la ciudad de Aguascalientes para una aventura extrema en los cañones de Boca de Túnel. Puentes colgantes, tirolesas y escalada entre rocas son parte del programa. 

Ruta Huasteca Potosina, San Luis Potosí

Por qué realizarla: Al ritmo del huapango, descubre una región dotada de ecosistemas selváticos y desérticos. Se suma el rico patrimonio cultural y arqueológico. El resultado se sintetiza en paisajes únicos, casi todos enmarcados por imponentes cascadas de color azul turquesa. Te depara un viaje de inmersión cultural, naturaleza y mucha adrenalina. 

La ruta: Ciudad Valles será el centro de operaciones. Saltos en cascadas te aguardan al seguir el rastro del río El Salto. Inicia en Micos, un conjunto de pozas y caídas de agua para nadar, hacer kayak o navegar en pangas. Un poco más adelante, está El Naranjo con sus potentes cascadas: El Salto, El Meco y Minas Viejas, de 70, 35 y 50 metros de altura, respectivamente. Aparta otro día para hacer rafting en el río Tampaón. La travesía se tornará onírica en el Pueblo Mágico de Xilitla. Entre la selva encontrarás el Jardín Escultórico de Edward James, un paraíso surrealista. En el Pueblo Mágico de Aquismón, observarás a miles de aves sumergirse en los sótanos de las Golondrinas y las Huahuas. Termina el recorrido con la imponente cascada Tamul, de 105 metros de altura y hasta 300 metros de ancho. 

Ruta monarca, Estado de México y Michoacán

Por qué realizarla: Atestigua una de las migraciones más espectaculares. Cada año, desde mediados de noviembre, las mariposas monarca realizan un asombroso viaje desde Estados Unidos y Canadá –donde se reproducen– hasta los bosques del centro de México –donde hibernan–. Un patrón migratorio considerado como el más evolucionado de todas las especies de su tipo, pues es intergeneracional y larguísimo: recorren más de cuatro mil kilómetros en poco más de un mes. 

La ruta: La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca abarca 56 mil hectáreas, es considerada como Bien de Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO. Dispone de cinco santuarios abiertos al público. A pie o a caballo, recorre sus senderos de la mano de guías locales. Si el paisaje está dominado por la luz del sol, las encontrarás revoloteando a tu alrededor; de lo contrario, estarán prendidas por millares a los árboles. Comienza en el Estado de México con las reservas El Capulín, Piedra Herrada y La Mesa. Sigue hacia Michoacán, cerca del Pueblo Mágico de Angangueo estarán El Rosario –el santuario más grande del mundo– y Sierra Chincua. 

Ruta cenotes, Quintana Roo

Por qué realizarla: La península de Yucatán es el único lugar del mundo donde apreciarás cenotes. Su proceso de formación dura miles de años. Comienza cuando el suelo de origen kárstico se disuelve y forma cavernas que se llenan de agua. Los d’zonot –por su vocablo en maya– son ideales para zambullirte. Hay miles, aventúrate a conocer tantos como puedas. 

La ruta: En el camino entre Puerto Morelos y la comunidad de Leona Vicario, se despliegan más de 200 cenotes. Una aventura ecoturística donde podrás practicar snorkel, bucear, deslizarte en tirolesas, hacer rapel o pasear a caballo. Comienza en el kilómetro 12.2 con el cenote Mojarras, el más grande de la zona. Más adelante se ubica Siete Bocas, un cenote para nadar entre túneles, contemplando estalactitas y estalagmitas. Si sigues la ruta te toparás con el parque Boca del Puma, con cenotes abiertos y subterráneos. Continúa hacia los cenotes Verde Lucero, La Noria y Kin Ha. Cierra en la Reserva Toh, hogar de venados, jaguares, monos y tapires. Hay tres cenotes, uno de ellos en una cueva repleta de pájaros toh.

Los viajes en carretera son inspiradores, permiten viajar en la intimidad y sin prisas.

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