Así es, existe una operadora de experiencias en este destino que se ha encargado de promover el turismo de naturaleza para que podamos apreciar los escenarios más bellos del destino, pero de noche, ahí donde la luna y las estrellas guardan los mejores secretos. 

Las playas de La Paz

Sabemos que en la Paz se encuentra la playa más bonita de México: Balandra, lugar de ensueño con su arena blanca y sus aguas cristalinas, pero además de ser la más famosa, hay otras hermosas playas que son poco conocidas y son encantadoras. 

Cabe hacer mención que estas playas del Mar de Cortés son de poco oleaje, baja profundidad y cristalinas, por lo tanto, son ideales para realizar esta actividad que no requiere de mucho esfuerzo.

El paddle puede resultar fácil de día ya que puedes disfrutar de todo: las montañas, la vegetación y el entorno en el agua transparente y la arena blanca; ahí no importa si te llegas a caer de tu tabla, sabes que lo vas a disfrutar. 

Pero ¿Qué pasa cuando la obscuridad se adueña de la noche y el mar se convierte en un verdadero misterio? la vida marina sigue ahí y ha sido poco estudiada; pero no dejamos de sentir miedo a lo desconocido porque no lo vemos con nuestros ojos. Es ahí donde ocurre la magia

Paddle board de noche

Quizá no lo habías escuchado, pero esta actividad también conocida como SUP (Stand UP Paddle) es ligeramente avanzar navegando sobre el mar a bordo de una tabla con la ayuda de un remo mientras estás de pie o de rodillas.

La agencia de tours podrá definir en qué playa se podrá hacer esta actividad tomando en cuenta la experiencia de los viajeros con la tabla, la profundidad del mar y las condiciones climáticas, tú solo déjate llevar.

Normalmente la playa que escogen para esta actividad es El Tesoro o la famosa playa Balandra, también se puede realizar en un estero o manglar en donde la actividad será alucinante.  En mi caso por las condiciones y la experiencia nos llevaron a la playa Pichilingue.

La actividad se realiza al caer la tarde, justo cuando se mete el sol en La Paz y el cielo se comienza a pintar de colores de tonos rojos hasta púrpuras, y la temperatura baja mientras la marea sube. 

La ventaja es que tu tabla contará con un sistema de luces led que permitirá que puedas observar lo que hay en el fondo del mar. ¡Que buena idea! Pero espera, aún no las prendas hasta que el guía te lo indique. 

Entonces, a diferencia del tour de día en donde puedes disfrutar de lo que hay alrededor de ti, por la noche estarás enfocado a ver las especies marinas que hay en el agua, cambiando así la experiencia de reconocerte en medio de un acuario nocturno.

¡Qué comience la función!

Mientras cae la noche y te alejas de la playa a bordo de tu tabla, ciertamente el miedo te puede embargar porque no sabes que hay ahí abajo o por la sensación de pensar qué pasaría si llegaras a caer al agua. Lo ideal es guardar la calma y seguir al guía quien estará pendiente de ti todo el tiempo. 

Mi experiencia comenzó con identificar una tortuga que se asomaba a respirar y pude entender que todo sigue igual con la diferencia que mis sentidos se encontraban muy alertas. Fue así que el guía nos indicaba que podíamos prender la luces led.

Tú mismo puedes escoger el color de las luces de tu tabla: azul, verde, rosa, amarillo, rojo, violeta y blanco; parece increíble que algo tan sencillo como poner luz debajo de tu tabla te pueda dar tanta felicidad de que estás experimentando algo nuevo y único. 

Pero no te preocupes, estas luces no dañan a las especies ni a su comportamiento, al contrario, algunas se muestran curiosas frente a ti, pero siguen su camino y su vida normal. 

Mientras avanzábamos, podíamos empezar a reconocer la vida en el arrecife y las rocas que normalmente no observamos cuando estamos nadando y de cierta forma sientes una tranquilidad de que todo está bien porque lo puedes ver.

De repente, me encontré rodeado de un cardumen de peces llamados balijú quienes curiosos se acercan a la luz y saltan a tu tabla haciendo de esto un momento divertido. También pude ver una raya que buscaba comida entre las rocas.

Entonces recordé que Jacques Cousteau, el famoso buzo navegante y explorador, nombró al Mar de Cortés como el “Acuario del Mundo” por la gran cantidad de especies que puedes encontrarte. Así que pude ver peces trompeta, pez gallo, erizos y estrellas de mar, además de gran cantidad de peces de colores que viven en los corales. 

Así gracias al guía y biólogo pude aprender más del mar mientras remábamos por el arrecife y tomábamos fotos y video con la cámara acuática. Era momento de regresar, pero ahí no acababa la experiencia… 

El guía nos pidió voltear arriba y mi sorpresa fue ver un cielo tan estrellado como pocas veces lo he experimentado, la luz me volvía a sorprender, ya que en la absoluta obscuridad hasta la estrella más pequeña brilla. 

Podría acostarme en mi tabla y dejarme llevar por el oleaje mientras trataba de descifrar las constelaciones y apreciar la luna, sentí mucha paz, tanta que no quería que el momento terminara.

Pero era la hora de remar nuevamente porque la marea comenzaba a subir más y debíamos regresar bordeando la orilla de las rocas. Me hinqué en mi tabla para no sentirme tan cansado.

Por último, nuestro guía emocionado nos pidió apagar las luces de nuestras tablas para darnos la ultima sorpresa de la noche: experimentar la bioluminiscencia. Sí, los dinoflagelados hacían su trabajo para regalarnos una noche salpicada de luces. 

Con el remo o con la mano ¡podíamos generar luz! Como si fuera una película de fantasía, lo juro no quería que acabara el momento. Las luces de las estrellas y la luminiscencia me habían hecho soñar despierto, estoy agradecido con el Universo de poder apreciar el sentido de la vista. 

Fue así como llegamos a la orilla de la playa y una cena a base de sashimi de atún con tostadas y baguettes, nos estaba esperando, ideal para cargarnos de energía y hablar de nuestra aventura en Paddle Board nocturno, además de repasar cada momento de la magia que tiene la luz. ***

Los creadores de esta experiencia nocturna son On Board Baja.

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