Aunque hay destinos con mucha fama en las costas de Oaxaca, para los que quieren empezar en este deporte la mejor opción es Sayulita. Este pueblito de espíritu hippie y relajado se encuentra muy cerca de Vallarta y Punta Mita (una hora, pasando por Bucerías), pero es definitivamente otro mundo.

Aquí no hay grandes hoteles ni tampoco resorts de lujo. Sayulita es uno de esos destinos que con el paso del tiempo han cambiado relativamente poco. Es un pueblito pintoresco, con tienditas y restaurantes independientes, y la mayoría de la gente que lo visita viene a disfrutar las olas.

La playa es muy extensa y no es rocosa, por lo que es ideal para quienes están aprendiendo. Hay muchísimas escuelas de surf y en la mayoría te garantizan que con un par de lecciones lograrás pararte en la tabla. Es un deporte que parece sencillo, pero requiere mucha fuerza, equilibrio y, sobre todo, paciencia.

Para los que de plano no se sientan capaces con el surf, una buena alternativa es intentar el paddle surf. Aquí la tabla es más grande y uno debe de pararse sobre ella y utilizar un remo para moverse. Aunque aparentemente es más sencillo, hay que poner mucha fuerza en las piernas y lograr el equilibro, pero es divertido intentarlo y hay menos frustración que surfeando.

Para comer, la recomendación es Cocos Beach Club, cuyo menú ofrece pescados y mariscos preparados con inspiración mexicana. Para dormir, aunque hay varios hoteles, éste es un buen destino para optar por una casa o un departamento, pues hay muchas opciones dependiendo del tamaño del grupo y el presupuesto. Y para llevar de regreso a casa, éste es territorio wixárika, así que los amantes del arte huichol encontrarán todo tipo de artesanías para llevar de recuerdo.

Muy cerca está San Pancho, otro pueblito playero super relajado, así que si hay tiempo puede ser un buen combo.