Escapada playera en Yucatán: Celestún

Destinos 30 marzo, 2021

Travesías Media / Adam Wiseman

Hay una sola cosa que puede ser agobiante en Mérida: el calor. Pero a una hora y media, la costa y los manglares de Celestún ofrecen el mejor respiro.

Mérida es uno de esos destinos que no fallan: hay mucho para ver y comer, y es una ciudad agradable y segura. Tiene una sola desventaja: el calor puede ser muy intenso. Por eso, es muy buena idea complementar una visita a Mérida con una escapada a Celestún.

Toma apenas una hora y media llegar a Celestún, que se encuentra ligeramente más alejado que Progreso y Sisal, justo en la esquina donde las aguas del Golfo se empiezan a encontrar con el Caribe. Aunque ha ganado popularidad en los últimos años, su crecimiento ha sido muy lento y casi no hay desarrollo turístico. Gracias a eso, la zona de los manglares, donde habitan flamencos y otros cientos de animales, ha conseguido mantenerse intacta.

De hecho, lo ideal para este paseo es hospedarse en el hotel Xixim, que está muy en sintonía con el cuidado de la naturaleza. Como explican ellos mismos, su objetivo fue no tocar el ecosistema, sino dejar el “entorno natural como se encontró, pero haciéndolo habitable y disfrutable, sin improvisaciones, pero con conocimiento real en turismo sustentable”. De esta manera, las suites se construyeron pensando en cómo alterar lo menos posible la flora y la fauna, implementando programas de reciclaje, manejo de residuos y filtración de agua, medidas que han ayudado a preservar 530 hectáreas.

Hotel Xixim

Quien llega hasta aquí no solamente viene a disfrutar la brisa del mar y la desconexión, sino a descubrir la riqueza natural de este ecosistema único. En el hotel organizan recorridos para ver no solamente a los famosos flamencos rosados, también a otros cientos de aves (algunas de ellas endémicas) y animales que habitan aquí.

Como parte de las actividades hay que anotarse a hacer un recorrido en lancha para visitar los manglares, acercarse a las colonias de flamencos y visitar el manantial. Ojo: también con los cocodrilos que es común encontrarse en las rías.


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