Lisboa: el secreto mejor guardado de Europa
Destinos | 20 octubre, 2020Hay algo en la capital portuguesa: tal vez es su aire nostálgico, tal vez la historia de un pasado grandioso. Sea como sea, ésta es una ciudad que se disfruta como pocas.
No es tan cosmopolita como Londres ni tan divertida como Madrid. Tampoco es moderna como Berlín ni tan estética como París. Lo que tiene Lisboa es algo que no se explica ni se describe con palabras, porque es un sentimiento. Los portugueses lo llaman saudade, la añoranza de un tiempo pasado, y hay algo de eso en las calles de Lisboa y sus habitantes.
Con una geografía complicada que a veces oculta sus maravillosas plazas, Lisboa es una ciudad magnífica, reflejo de un pasado que llevó a Portugal a ser el gran explorador de los mares. Ahí están la gran Plaza del Comercio y el Puente Vasco da Gama para recordarnos que nadie conoció mejor los océanos que los lusos.
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Hay dos barrios claves para explorar en Lisboa: Barrio Alto y Alfama. Cada uno se encuentra en una colina opuesta. En ambos, las calles empinadas y estrechas hacen sentir al viajero como en un pequeño pueblo atrapado en la ciudad. Hay que perderse sin miedo entre los callejones, subiendo y bajando y topándose de pronto con los tranvías que suben y bajan, o los elevadores, como el Santa Justa, que abrió sus puertas en 1902 con la única finalidad de hacerle la vida más fácil a los lisboetas.
Entre las visitas que no hay que perderse se encuentra el grandioso Monasterio de los Jerónimos, de arquitectura gótica, además del Centro Cultural de Belém y el Museo Colección Berardo, todos en la misma zona. Del otro lado de la ciudad, el Museo Calouste Gulbenkian tiene una hermosa colección en un edificio que descansa en medio de un parque.
Las recomendaciones en Lisboa, para comer, comprar y dormir son muchas, pero si tuviéramos que elegir una de cada una diríamos: Bairro do Avillez para comer, A Vida Portuguesa para comprar, y para dormir As Janelas Verdes.
