Brasilia, o de cómo inventar una ciudad

Destinos 14 abril, 2021

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Hace apenas 60 años que Brasil mudó su capital de Río de Janeiro a Brasilia, una ciudad que se creó en sólo cuatro años. Aún hoy, es uno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos del mundo.

El artífice fue el presidente Juscelino Kubitschek, quien decidió que era momento de mudar la capital del país al interior. Era una idea que ya llevaba muchos años rondando y que entre otras cosas buscaba impulsar a la población del interior del país, pues la mayoría de las ciudades de importancia, como Río y Bahía, se encontraban en la costa.

Ahora bien, aunque fue idea del presidente, los verdaderos cerebros detrás de esta locura de proyecto fueron los arquitectos y urbanistas que idearon una capital en una meseta vacía. El diseño de la ciudad estuvo a cargo de Lúcio Costa mientras que el de los edificios recayó en su mayoría en Oscar Niemeyer. Entre los dos imaginaron una urbe donde cada actividad estuviera perfectamente delimitada: por un lado, los edificios de gobierno; por otro, el comercio y la vivienda. 

Si viéramos un mapa Brasilia sería como un ave que apunta hacia el sureste. En el espacio de lo que sería la cabeza se encuentran los edificios de gobierno: el Palacio de Planalto (ejecutivo), el Congreso y el Tribunal Supremo. También aquí se encuentra el Palacio de la Alvorada, que es la residencia del presidente.

Esta primera sección cierra con la catedral y los espacios culturales. A partir de aquí, las dos alas se extienden: por un lado, con el sector de las embajadas, y, por el otro, con la universidad. Finalmente, los grandes bloques de edificios funcionan como espacios habitacionales.

Aunque con el paso de los años la ciudad siguió creciendo de manera orgánica y hoy enfrenta los mismos problemas de cualquier gran metrópoli, su caso sigue siendo estudiado por urbanistas y arquitectos de todo el mundo.

Como la intención de Kubitschek era repoblar el interior, Brasilia no está cerca ni de Río ni de São Paulo, sino a unos 950 kilómetros más o menos, por lo que es buena idea llegar por aire. Y para entender la ciudad, ubicarse y conocer más de su magnífica arquitectura, te recomendamos un tour en bicicleta, pues las extensiones son monumentales e intentar caminarla toda resulta imposible, sobre todo durante los meses calurosos del verano.


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