Nos pasa en muchos destinos: las mismas marcas que encontraríamos en el centro comercial del barrio, pero del otro lado del mundo. La buena noticia es que en Brasil eso no sucede. La industria local de la moda es tan fuerte que las trasnacionales no han conseguido imponerse como en otros países, y a la hora de salir a comprar uno se topa con boutiques de las que nunca ha escuchado, llenas de diseños originales y de gran calidad.

Si hay un lugar en Brasil para aproximarse a este mundo es la Rua Oscar Freire, arteria principal y más exclusiva del barrio de Jardins. Una especie de Masaryk brasileña, esta calle es bastante más pequeña y discreta, y caminarla es muy agradable. Ya sea que uno empiece el recorrido bajando desde la Avenida Paulista, o que llegue en taxi, un buen punto de partida es la esquina con Av. Rebouças (acá se encuentra también la estación de metro Oscar Freire).

En la siguiente esquina se encuentra el famoso Espaço Havaianas, la boutique más grande de las famosas chanclas que ofrece todo tipo de colecciones especiales y ediciones limitadas, además de los modelos clásicos en toda la gama de colores. Estas sencillas chanclas de goma, que suelen ser bastante caras fuera de Brasil, son acá muy accesibles, y como ocupan poco espacio, es buena idea comprar uno, dos o tres pares y aprovechar para llevar algún recuerdo.

Un poquito más adelante está Scarf Me, una tienda cuyos diseños están inspirados en bufandas, mascadas y pashminas. Tienen vestidos coloridos y estampados, mascadas y también mascarillas de distintas telas y texturas. La siguiente cuadra, entre Consolação y Bela Cintra, es ideal para conseguir un par de zapatos nuevos. Fabricados en Brasil, de gran calidad y diseños originales, las boutiques de Luz da Lua, Schutz, Capodarte y Anacapri tienen suficiente material para entretener por horas a los curiosos.

Una cuadra más allá está otra zapatería que sí o sí hay que visitar. La galería Melissa es hogar de estos famosos zapatos de plástico que suelen venderse carísimos fuera de Brasil. Las colaboraciones de Melissa con algunos de los diseñadores más importantes del mundo, como Vivienne Westwood, son todo un mito. Ya sea para comprar o simplemente para conocer la tienda, que parece más una galería de arte, hay que hacer la visita.

Hay que seguir hasta llegar a la Alameda Casa Branca y, en el camino, hacer alguna parada para tomar un café o beber una cerveza. Hay cientos de restaurantes y cafés, y está también el hotel Emiliano, uno de los más hermosos de la ciudad y que puede ser buen lugar para cerrar un día de compras paulistas.