Pocos se imaginan que en esta ciudad famosa por el ganado se esconden dos grandes museos. Hay que empezar por el Kimbell Art Museum, con una espléndida colección privada que vive en un edificio obra del arquitecto Louis Kahn. Aunque aloja una colección relativamente pequeña, tiene piezas clave de muchos periodos artísticos, lo que lo hace ideal para dar un repaso general de historia del arte: de Fra Angélico a El Greco o Caravaggio pasando por Rembrandt, Rubens y Velázquez, y completando con Monet, Gauguin, Cézanne, Degas y Picasso. Hace un par de años, Renzo Piano hizo una ampliación del museo respetando los principios de Kahn, quien diseñó el espacio aprovechando la luz externa al máximo y minimizando el uso de focos.

La segunda parada debe ser el Modern Art Museum of Fort Worth, obra del multipremiado arquitecto japonés Tadao Ando. La mayoría de la colección se centra en artistas modernos, como Picasso, Pollock, Richard Serra, Cindy Sherman y Andy Warhol, aunque se organizan distintos tipos de exposiciones temporales que explorar otros temas. Arquitectónicamente, el edificio está rodeado de una especie de ojo de agua que da a los visitantes espacios para el descanso. El recorrido puede concluir en el Amon Carter Museum of American Art, una clásica obra de Philip Johnson que explora el arte estadounidense de los siglos XIX y XX.