Plan corto a Malinalco

Destinos 22 octubre, 2020

Esta escapada puede ser de un par de horas, pero es suficiente para desconectarse de la rutina y disfrutar la naturaleza.

Menos conocido que Tepoztlán y Cuernavaca, y no tan popular como Valle de Bravo, Malinalco ha logrado pasar desapercibido en parte por su mala conectividad. A diferencia de otros destinos en los alrededores de la Ciudad de México, llegar a Malinalco puede ser ligeramente complicado, pues no hay una carretera directa.

La manera más rápida de llegar es saliendo por Toluca hasta llegar a La Marquesa, donde hay que desviarse hacia Atlapulco y Jajalpa y luego seguir a Malinalco. También se puede llegar por el sur de la Ciudad de México, tomando la carretera a Cuernavaca y la desviación de Tres Marías, que conecta con las Lagunas de Zempoala. En general, dependiendo la ruta, toma unas 2 horas y 20 minutos llegar a Malinaco.

Malinalco

Travesías Media / Diego Berruecos

Malinalco

Ya en el pueblo de Malinalco hay dos cosas importantes que hacer. Primero, subir la montaña y ver las ruinas de la pirámide. Muchos estudios apuntan a que éste fue un centro de entrenamiento para guerreros mexicas, pero la información no es contundente. Lo que sí lo es, sin duda, es la subida, que dependiendo de la condición tomará entre 20 minutos y una hora. Siempre hay guías improvisados, e histriónicos, que se encargan de ofrecer explicaciones y teorías sobre el templo.

Segundo, de vuelta al pueblo, además de asomarse al Convento Agustino, es buena idea visitar el Museo Universitario Dr. Luis Mario Schneider, que guarda la colección del investigador argentino de nacimiento y mexicano por adopción que vivió aquí sus últimos 20 años. Cuando Schneider murió, donó su casa y patrimonio a la Universidad Autónoma del Estado de México que hoy se encarga de mantener el lugar.

Zona arqueológica de Malinalco

En la colección hay desde pintura hasta piezas arqueológicas, pero lo mejor es que todos los visitantes son guiados por estudiantes que los conducen de una sala a otra, explicando a detalle cada espacio y las piezas, así como su valor.

Para comer en Malinalco (y tal vez para los que prefieran quedarse a dormir), Casa Limón tiene un menú de inspiración franco-mexicana que se ofrece en una terraza cubierta, rodeada de un jardín, que es ideal para terminar un día de exploración.

Para completar el paseo, te recomendamos una escapada de uno, dos o tres días por los Pueblos Mágicos de Morelos y el Estado de México, llenos de historia y tradiciones.


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